El rastreo óseo es una técnica de imagen diagnóstica utilizada para evaluar la distribución de la formación ósea en el esqueleto por medio de un trazador radiactivo.

Las moléculas de bifosfonato marcadas con tecnecio 99m exhiben características favorables de trazadores con buena fijación en el esqueleto después de la inyección intravenosa. La captación del marcador se produce en proporción al flujo sanguíneo local y a la actividad de remodelación ósea (dependiente de osteoblastos-osteoclastos).

El marcador no unido se elimina rápidamente de los tejidos blandos circundantes. La mayoría de las afecciones óseas patológicas, ya sean de origen infeccioso, traumático, neoplásico u otro, están asociadas con un aumento de la vascularización y la remodelación ósea local. Esta reacción ósea se refleja en un escáner óseo como un foco de mayor captación del trazador radiactivo.

La gammagrafía ósea es una técnica sensible que puede detectar cambios metabólicos significativos en una etapa temprana, a menudo aparecen varias semanas antes de que se hagan evidentes en las imágenes radiológicas convencionales. Además, la técnica proporciona una visión general de todo el esqueleto con una exposición a la radiación relativamente baja. La introducción de imágenes óseas SPECT-CT híbridas ha sumado sensibilidad y especificidad, así como complejidad a esta técnica.